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Loco por el vino

Cómo organizar tu propia cata de vinos

Puedes organizar una cata de vinos en casa sin problemas

Mange forbinder måske det at afholde en vinsmagning med en professionel setting, arrangeret af en eller flere sommelierer og med et behov for en masse dyrt og teknisk kompliceret udstyr. Men sådan behøver det ikke nødvendigvis at være. Faktisk er det muligt at afholde sin helt egen vinsmagning, uden at det skal være hverken besværligt eller dyrt, og det vil vi gerne hjælpe dig med at blive klogere på.

Tema y vinos

El elemento más importante de una cata es, sin duda, el vino en sí mismo, y es fundamental elegir con antelación tanto los tipos como la cantidad de vinos.

En cuanto al número de vinos, no hay una cantidad fija o correcta, pero es evidente que cuantas más botellas se incluyan, más larga será la cata. Por lo general, el número dependerá del tema elegido. Un tema demasiado amplio, como “vinos franceses” o “vinos tintos franceses”, puede resultar poco específico. En cambio, un tema más concreto, como Pinot Noir de diferentes denominaciones de Borgoña o Barolo de diez productores distintos en La Morra, hará la cata más estructurada y coherente.

Si optas por un tema variado con vinos de diferentes países, también es importante pensar en el orden de la cata. Al igual que un menú, se puede comenzar con los vinos espumosos, continuar con los vinos blancos ligeros, luego con los más complejos y estructurados, y pasar finalmente a los vinos tintos, empezando por los más ligeros y terminando con los más intensos. Los vinos de postre y los fortificados, como el oporto, deben servirse al final.

Deja que hablen los sentidos

De manera práctica, una cata de vinos debe considerarse una experiencia sensorial. Aunque el conocimiento sobre productores, regiones y variedades de uva es importante, lo esencial es disfrutar del vino en las condiciones adecuadas.

La cata de vinos implica más que solo degustar: la vista y el olfato también desempeñan un papel clave. Antes de probar el vino, observa su viscosidad (o textura) y color, lo que puede proporcionar pistas sobre su cuerpo y edad. Un vino robusto suele mostrar “lágrimas” gruesas en el interior del vaso al girarlo.

Para determinar la edad del vino, inclina la copa y observa el color en el borde de la superficie. Si tiene un tono azulado o violáceo, suele ser un vino joven (menos de cinco años). Si el color es más oscuro o marrón, podría tratarse de un vino más añejo.

El olfato también es esencial para identificar las características del vino. Por ejemplo, los aromas cítricos indican un vino con alta acidez, mientras que los aromas a vainilla y roble sugieren que ha sido envejecido en barrica. Además, algunas variedades de uva tienen perfiles aromáticos característicos, como la cereza en el Sangiovese o la pimienta en el Syrah/Shiraz.

No escatimes en el equipo

El equipo necesario dependerá del nivel de detalle que desees para la cata. Los vasos son imprescindibles, pero ¿qué tipo? Si planeas probar varios tipos de vinos, incluidos los espumosos, y no quieres cambiar de vaso entre cada vino, lo mejor es optar por un vaso universal. Este tipo de copa es adecuada tanto para el champán como para vinos más potentes, como un Bordeaux a base de Cabernet Sauvignon.

Para una cata a ciegas, donde los participantes no conocen el vino de antemano, puedes utilizar copas negras, que intensifican la concentración en el gusto y el olfato. Estas copas son ideales para probar teorías como la de que un vino tinto servido frío puede confundirse con un vino blanco. Si el tema de la cata son los Pinot Noir de Borgoña, es recomendable utilizar copas específicas para este tipo de vino.

Otro accesorio útil para una cata a ciegas es la funda para botellas, que oculta tanto la etiqueta como la forma de la botella, evitando así que los participantes saquen conclusiones anticipadas sobre su origen.

En las catas profesionales es común el uso de escupideras, especialmente cuando se prueban muchos vinos. Incluso si no conduces, pueden ser útiles para evitar el exceso de alcohol. Las escupideras vienen en varios tamaños, pero lo ideal es tener una por mesa o varias si se trata de una mesa grande.

Un buen sacacorchos también es esencial, aunque no hace falta que sea sofisticado. Un sacacorchos de camarero común será suficiente en la mayoría de los casos. Sin embargo, para vinos muy antiguos con corchos frágiles, un sacacorchos más avanzado puede ser beneficioso.

Preparación

Hay algunas medidas que puedes tomar para prepararte adecuadamente para una cata de vinos. Si es una cata a ciegas, un set de aromas puede ayudarte a entrenar tu olfato y reconocer diferentes notas características de los vinos. También es útil leer sobre las variedades de uva y regiones relevantes si ya conoces el tema con antelación.

Desde un punto de vista práctico, es importante saber si algunos de los vinos deben decantarse o airearse antes de la cata y cuál es la temperatura ideal de servicio. Tu vinoteca de confianza puede orientarte, ya que las temperaturas óptimas varían según el tipo de vino. Por ejemplo, un Pinot Noir de Borgoña se sirve generalmente a una temperatura más baja (12-16 °C) que un Zinfandel californiano (16-20 °C). Un Chardonnay envejecido en barrica puede servirse más caliente que un Vinho Verde portugués.

La decantación es necesaria para los vinos más antiguos que pueden tener sedimentos. Este proceso separa los posos del vino limpio. La aireación, en cambio, consiste en exponer el vino al aire para que “se abra”. Es especialmente importante para los vinos jóvenes o tánicos, como un Barolo o un Ribera del Duero.

La aireación puede durar entre una y cuatro horas, según el vino. No es necesario usar una decantadora específica: cualquier recipiente ancho, como un bol, puede ser suficiente. Sin embargo, simplemente abrir la botella no es eficaz, ya que la estrechez del cuello limita la entrada de aire.

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